Reprensión


Para mi padre.
“… et tabernaculum impiorum non subsistet.”
Liber Iob, 8:22.
No comprendo por qué, hermano, te resistes:
la pasión nada puede contra el rayo.
No viste hormigas calcinadas, huesos en el camino
o los jarales de la umbría yermos,
escapó de tus ojos el torrente vacío.
Te tocó la miseria en las raíces.

Manos manchadas de tinta y pecado:
pon el agua en tus dedos
que los tiña de aurora y de rocío,
mide el labio del verbo.

No pises el temor debido a la ley
y el aroma de adobe brotará
ante ti, lejos de las amapolas.
Con pies antiguos pateando el lodo,
levantarás tus huesos en la sombra
y tus ojos verán el haz de trigo.

Todo jardín pulido tiene fin, días contados,
con el muñón de hielo o sol disuelto como la sal.
Ni el viento fuerte es una roca enhiesta sobre tus brazos
aunque sientas su abrazo en la cadera, trenza ondulante.
Y el mármol pervertido del palacio astilla es
cuando el arcángel hiere la corona, polvo amarillo.

¿Soñar un mundo donde el reo es juez? ¿Caballos en el mar?
La fusta se refleja en los espejos si el sueño no es sopor.

Aguadulce, febrero de 2012

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~ por Pedro Ferreira en 11/10/2014.

2 respuestas to “Reprensión”

  1. Pedro que tal estás?, soy Conchi, de Jerez, me recuerdas cuando estuve en Almería?, me ha costado volver a encontrarte, que és de tu vida, por dónde andas?, bueno ya me cuentas.

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