Vuelo


Quisiera volar
hoy
traspasar los límites de un Más Allá incierto y tenebroso
sólo un hilo de amapola
me sostiene
en este collado sinuoso y hostil
el río de mi sangre
borbotea en la cascada de la consciencia
mi ignorancia vital se detiene
un instante
eterno
como un suspiro suspendido del cielo
estrellado de una noche de agosto
me bosquejo en el paisaje de mi noche
fantasma de fantasías muertas
como las hojas muertas en el mar muerto del otoño
y me asomo aterrorizado
personaje de este drama en fuga
a la boca del abismo
-Dios, ¿dónde estás?-
el pulso de mi pensamiento
mi luz interna
se desvanece tremolando en el frío
soplo de esta noche inquietante
-Dios, ¿por qué te perdiste?-
la selva salvaje que me rodea
hace de mis neuronas un mar de incertidumbre
chasquidos de impulsos fieros
-mas, eso sí, Dios mío, contenidos-
el horizonte se ha paralizado
la luna de mi corazón deja caer
una lágrima
en la herida de plata del océano.

Mas quisiera volar al límite
y traspasar lo conocido
aun en la previsible certeza de la nada

Aguadulce, febrero de 2006


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4 respuestas to “Vuelo”

  1. Insisto, poeta, tus letras son siempre un bello lujo, sin duda tu pluma es mágica.

    Un abrazo fuerte

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    • Gracias, Francisco. Es bonito eso que me dices. Me alegra que te guste.
      Un abrazo desde este mar.

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  2. Suspendida quedé yo, amigo, con estas letras. Cuánta sutiliza dibujada en tu versar. Suave llega el sentir abrazando la esperanza. Ufff, maravillosas letras, amigo.

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    • Me alegra que te gusten, Adriana. Gracias por valorarme tan positivamente.
      Besos desde la bahía.

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