Tranvía de sueños

Para Roxana Riaño

Los hados nos escriben versos en el infierno
solo para ver la fuerza de nuestra respuesta
y hacen brotar agua de las estrellas
y siembran polvo en nuestras ilusiones.
Mas los dioses mueren cuando tomamos el rumbo,
después de estrangular al can Cerbero
y afrontar la sal de ira de los hombres.
Hay un volcán lejano que no calla
bajo el que tiembla el suelo estremecido
y dispara su sangre hasta tus venas
de alondra tierna con alas heridas.
Hoy hay un beso también lejano
que llena tu canto de nuevos versos,
que deshacen la niebla
y despejan el cielo.
Y la luna del poeta que espera
se dejará su plata
en tu alma y renovará sus latidos
y enjugará lágrimas en tus piedras.
Los suspiros alados que orbitan tu planeta
sembrarán nuevas margaritas en el camino:
tu sol bañará de luz el futuro.
Unas maletas y un canto de amor
te harán transitar, alondra, de nuevo
en el tranvía dulce que traspasa
la frontera anhelada  de los sueños.

Retamar, abril de 2007

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