Filtro de amor

A Roxana.

Los zapatos que Eros calza llagaron
tus alas de alondra anhelante y pura;
los espejos de tu alma transparente
se empañaron de hielo y noche incierta;
la soledad que en tu cuarto te acoge
detiene el ritmo del tiempo de amar
llenando las horas tristes de lágrimas.
Todo, todo te empuja a un mar desierto,
un cielo sin estrellas en tus ojos.
Y yo llamo, llamo desesperado
a la puerta del amor cerrado
para ofrendarte este filtro de amor
que conspire contra las telarañas
instaladas en los ojos del alma.
Deja enredarse, libres, mis sílabas
entre tus brazos que sueñan, que tiemblen,
y que el deseo trence tus cabellos
con el mío. Dame a beber tu copa
con el agua turbia que yo la aclare
y toma mis labios entre los tuyos,
deja que caminen entre los chopos,
y que aparten de sí las hojas muertas
del pasado, punzantes como dagas.
Desesperado, ven a mí, lejana,
abre, abre tu sangre desengañada
que brote de la fuente de la aurora
y se adorne de mis mirtos perennes.

Bogotá-Retamar, julio de 2007

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